El cerumen es una sustancia natural que produce el oído para protegerlo de agentes externos como el polvo, la suciedad o las bacterias. El cerumen también ayuda a lubricar y limpiar el canal auditivo. Sin embargo, a veces se puede acumular demasiado cerumen y formar un tapón que obstruye la entrada del sonido al oído.
¿Qué síntomas produce el tapón de cerumen?
El tapón de cerumen puede causar una disminución de la audición, sensación de oído tapado, zumbidos, dolor, picor, secreción o sangrado del oído. Estos síntomas pueden interferir con el desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y la comunicación de los niños.
¿Cómo se puede prevenir el tapón de cerumen?
La mejor forma de prevenir el tapón de cerumen es no introducir nada en el oído que pueda empujar el cerumen hacia adentro, como los bastoncillos de algodón, las horquillas, las uñas o los dedos. Estos objetos pueden dañar la piel del canal auditivo y favorecer las infecciones. Lo ideal es limpiar solo la parte externa del oído con una toalla suave después de la ducha o el baño.
¿Cómo se puede tratar el tapón de cerumen?
Si se sospecha que hay un tapón de cerumen, lo más recomendable es acudir al médico especialista en otorrinolaringología pediátrica, que es el encargado de diagnosticar y tratar los problemas del oído, la nariz y la garganta en los niños. El médico puede extraer el tapón de cerumen con instrumentos especiales o con una solución líquida que disuelve el cerumen. No se debe intentar quitar el tapón en casa con remedios caseros como el agua oxigenada, el aceite o las velas, ya que pueden ser peligrosos y empeorar la situación.
Si su hijo tiene algún problema auditivo o sospecha que tiene un tapón de cerumen, no dude en contactar con el Dr. Blas Sánchez Reyes para recibir una atención profesional y personalizada.