El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) es un trastorno del sueño común en niños, caracterizado por pausas repetitivas en la respiración durante el sueño. Estas pausas pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y suelen ir acompañadas de ronquidos fuertes y respiración ruidosa. Si tu hijo presenta estos síntomas, es importante que consultes a un especialista en otorrinolaringología pediátrica.
¿Cuáles son las causas del SAOS en niños?
Las causas más comunes del SAOS en niños incluyen:
- Amígdalas y adenoides agrandadas: Estas estructuras, ubicadas en la garganta, pueden obstruir las vías respiratorias durante el sueño.
- Alérgias: Las alergias nasales pueden causar inflamación en las vías respiratorias superiores y contribuir al SAOS.
- Obesidad infantil: El exceso de peso puede aumentar el tejido alrededor del cuello, lo que dificulta la respiración.
- Malformaciones faciales o craneales: En algunos casos, el SAOS puede ser causado por anomalías en la estructura facial o craneal.
¿Cuáles son los síntomas del SAOS en niños?
Además de los ronquidos y las pausas respiratorias, los niños con SAOS pueden presentar los siguientes síntomas:
- Somnolencia diurna excesiva: Dificultad para concentrarse en la escuela y tendencia a quedarse dormido en clase o durante actividades diarias.
- Irritabilidad y cambios de humor: Los niños con SAOS pueden ser más irritables, hiperactivos o tener problemas de comportamiento.
- Enuresis: Orinarse en la cama.
- Sudoración nocturna.
- Crecimiento lento.
¿Cómo se diagnostica el SAOS? El diagnóstico del SAOS se realiza mediante un estudio del sueño llamado polisomnografía. Durante este estudio, se monitorean varios parámetros fisiológicos mientras el niño duerme, como la frecuencia cardíaca, el flujo de aire, el esfuerzo respiratorio y los niveles de oxígeno en la sangre.
¿Cuál es el tratamiento del SAOS? El tratamiento del SAOS dependerá de la causa subyacente. En muchos casos, la cirugía para extirpar las amígdalas y adenoides es efectiva. Otros tratamientos pueden incluir el uso de aparatos orales, pérdida de peso y el tratamiento de las alergias.
¡No dejes que el SAOS afecte la calidad de vida de tu hijo! Si sospechas que tu hijo puede tener SAOS, programa una consulta con el Dr. Blas Sánchez Reyes.