Las infecciones de oído son una de las afecciones más comunes en la infancia. Afectan a millones de niños cada año, especialmente a aquellos menores de 5 años.
¿Cómo saber si mi hijo tiene una infección de oído?
Los síntomas más comunes de una infección de oído son:
- Dolor de oído
- Fiebre
- Dificultad para dormir
- Irritabilidad
- Llanto excesivo
- Secreción del oído
- Pérdida auditiva temporal
¿Cómo se tratan las infecciones de oído?
La mayoría de las infecciones de oído se curan por sí solas en un par de semanas sin tratamiento. Sin embargo, su pediatra puede recetar medicamentos para aliviar los síntomas, como:
- Analgésicos: como paracetamol o ibuprofeno para el dolor y la fiebre.
- Gotas para los oídos: con antibióticos o corticosteroides para reducir la inflamación y combatir la infección.
- Tubo timpánico: En algunos casos recurrentes o persistentes, se puede recomendar la colocación de tubos timpánicos, pequeños tubos que se insertan en el tímpano para drenar el líquido y prevenir infecciones futuras.
¿Qué puedo hacer para ayudar a mi hijo a sentirse mejor en casa?
- Aplique compresas tibias o frías: sobre el oído afectado durante 15-20 minutos a la vez.
- Eleve la cabeza de su hijo: mientras duerme para ayudar a drenar el líquido del oído.
- Administre los medicamentos: según las indicaciones de su pediatra.
- Ofrezca muchos líquidos: a su hijo para ayudar a aflojar la mucosidad.
- Evite exponer a su hijo al humo del cigarrillo y otros irritantes.
¿Cuándo debo llevar a mi hijo al pediatra?
Si su hijo presenta alguno de los siguientes síntomas, debe llevarlo al pediatra de inmediato:
- Dolor de oído intenso
- Fiebre alta (más de 38°C)
- Secreción purulenta (pus) del oído
- Pérdida auditiva significativa
- Irritabilidad o somnolencia excesiva
- Dificultad para caminar o mantener el equilibrio
Recomendaciones adicionales:
- La lactancia materna puede ayudar a proteger a los bebés contra las infecciones de oído.
- Evite el uso de hisopos de algodón u otros objetos para limpiar los oídos de su hijo.
- Vacune a su hijo contra la influenza y la neumonía, que pueden aumentar el riesgo de infecciones de oído.
Es importante recordar que esta información no sustituye la consulta con un pediatra. Si su hijo tiene una infección de oído, es fundamental que lo lleve a un especialista para que reciba un diagnóstico y tratamiento adecuados.