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Descifrando la enfermedad de Ménière: Claves para entender y abordar este trastorno del oído interno

La enfermedad de Ménière es un trastorno del oído interno que, aunque menos común en niños que en adultos, puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. En la consulta del Dr. Blas Sánchez Reyes, otorrinolaringólogo pediatra, entendemos la complejidad de esta condición y la preocupación que genera en padres y pacientes. Te ofrecemos una guía experta para comprender las claves de la enfermedad de Ménière y cómo abordarla de manera efectiva.

¿Qué es la enfermedad de Ménière y cómo afecta el oído interno?

La enfermedad de Ménière es un trastorno crónico del oído interno que afecta el equilibrio y la audición. Se caracteriza por episodios recurrentes de vértigo (sensación de mareo rotatorio), acúfenos (ruidos en el oído), hipoacusia (pérdida de audición) y sensación de plenitud aural (oído tapado). Estos síntomas son causados por una alteración en el laberinto membranoso, una estructura del oído interno que contiene endolinfa, un líquido esencial para el funcionamiento del equilibrio y la audición. En la enfermedad de Ménière, se produce un aumento anormal de la endolinfa, conocido como hidropesía endolinfática, que altera el funcionamiento normal del oído interno.

Las claves de la enfermedad de Ménière: Síntomas y características principales

La enfermedad de Ménière se manifiesta a través de una serie de síntomas característicos, que incluyen:

  • Vértigo episódico: Episodios repentinos y severos de vértigo rotatorio que pueden durar desde minutos hasta horas, acompañados de náuseas y vómitos.
  • Acúfenos fluctuantes: Ruidos en el oído (zumbidos, pitidos, siseos) que pueden variar en intensidad y tono, y que a menudo empeoran antes o durante los episodios de vértigo.
  • Hipoacusia fluctuante y progresiva: Pérdida de audición que inicialmente puede ser fluctuante, afectando principalmente las frecuencias graves, y que con el tiempo tiende a volverse más permanente y progresiva.
  • Plenitud aural: Sensación de oído tapado o presión en el oído afectado.

Es importante destacar que la enfermedad de Ménière es episódica, es decir, los síntomas aparecen en forma de ataques o crisis, seguidos de periodos de remisión variable. Con el tiempo, la enfermedad tiende a progresar, y la hipoacusia puede volverse más permanente.

Diagnóstico y abordaje de la enfermedad de Ménière en niños

El diagnóstico de la enfermedad de Ménière se basa en la historia clínica del paciente, la descripción de los síntomas y pruebas audiológicas y vestibulares. En niños, es fundamental descartar otras causas de vértigo y problemas de audición. El abordaje de la enfermedad de Ménière es multidisciplinario y se centra en el control de los síntomas y la mejora de la calidad de vida. Las estrategias de manejo pueden incluir:

  • Modificaciones en el estilo de vida: Reducir el consumo de sal, cafeína y alcohol, controlar el estrés y asegurar un descanso adecuado.
  • Medicamentos: Durante los episodios agudos de vértigo, se pueden utilizar medicamentos para aliviar los síntomas como antieméticos, antihistamínicos o benzodiazepinas. En algunos casos, se pueden considerar diuréticos para reducir la hidropesía endolinfática.
  • Rehabilitación vestibular: Ejercicios de rehabilitación vestibular pueden ayudar a mejorar el equilibrio y reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de vértigo.
  • Tratamientos intratimpánicos: En casos más severos y refractarios a otros tratamientos, se pueden considerar inyecciones intratimpánicas de corticoides o gentamicina.

Si sospechas que tu hijo podría tener enfermedad de Ménière, es fundamental buscar la opinión de un otorrinolaringólogo pediatra experto. En la consulta del Dr. Blas Sánchez Reyes, contamos con la experiencia y los recursos para diagnosticar y ofrecer un plan de manejo integral para la enfermedad de Ménière en niños. ¡No dudes en contactarnos para cuidar la salud auditiva y el equilibrio de tu hijo!